El mundo sufre un buen número de amenazas medioambientales provocadas por el hombre y su forma de entender el espacio que habita.
En resumen, el hombre no lo entiende.
Uno de los mayores peligros lo representa el uso indiscriminado de plásticos.
Un producto que se acumula en los entornos naturales y que cuando no se gestiona bien como residuo, puede suponer un problema.
Si no se sigue un proceso de reciclaje apropiado su tiempo de biodegradación natural es elevado.
Se queda en la tierra por siempre jamás.
La Comisión Europea ha trazado una hoja de ruta hacia un cambio de modelo lineal por otro circular, generando un mercado secundario de materias primas que permita reutilizar recursos.
Puede que vayamos en la dirección adecuada.
Tipos de plásticos sostenibles
Se consideran plásticos sostenibles cuando en su proceso de creación se utilizan métodos respetuosos con el medio ambiente y cuando en su descomposición, sean los propios seres vivos los que lo tomen como alimento y lo degraden en partículas beneficiosas para la naturaleza.
Actualmente ya hay empresas que optan por el plástico reciclado en sus procesos .
Este es el caso de la empresa SP Group, que mantiene un compromiso con el planeta apostando por la sostenibilidad en la producción de este tipo de productos con el objetivo de garantizar un consumo responsable en la sociedad.
SP Group, destaca por su compromiso en la utilización de plástico sostenible en sus envasados.
Para hablar con precisión, es importante entender y diferenciar los términos.
Los plásticos sostenibles o biodegradables pueden clasificarse por su origen y por su capacidad para formar parte de un compostaje.
Envases de plástico según su origen
En relación a los plásticos biodegradables que ya forman parte de algunos envases reciclables, existe una división básica según tengan un origen sintético o biológico.
Algunos ejemplos de plásticos biodegradables de origen sintético son los PBS (Succinato de polibutileno), los PES (Polietersulfona), los PBAT (Polibutileno de teraflato adipato), los PCL (Policaprolactona) y los TPS (Almidón termoplástico).
Por su parte, algunos plásticos biodegradables de origen biológico para envases son el PLA (Ácido Poliláctico), el PHA (Polihidroxialcanoatos), los bioplásticos basados en almidón y los basados en celulosa.
Por su capacidad para compostar
Esta virtud de algunos plásticos consiste en la capacidad que tienen para que después de un tiempo formen parte de la tierra y demás desechos biológicos de forma natural.
Los que tienen un origen vegetal, como el maíz, el trigo, la patata, la yuca… son altamente compostables.
Aunque también existen los que son parcialmente sintéticos y vegetales, que son igualmente compostables.
El reciclado del plástico
En el reciclado de estos residuos es donde reside la parte más débil de todo el proceso, ya que los gobiernos no invierten lo suficiente en infraestructuras para llevar a cabo este trabajo, cuesta pasar de un modelo de consumo lineal a un modelo circular.
En cualquier caso, es una realidad que tiende a cambiar a medida que este trabajo se hace más necesario y aumenta la presión ciudadana.
Previamente al reciclado en sí, los plásticos deberán clasificarse según su propia resina, el método más utilizado para llevar a cabo este trabajo es con el uso de infrarrojos. Una vez separados se trituran y se eliminan las impurezas que pudieran tener, en último término se funde e inyecta, ya en los moldes se le volverá a dar forma.
Los tres procesos de reciclaje del plástico que existen son los siguientes.
El reciclaje mecánico
Deben ser plásticos que no estén muy degradados por su transformación o utilización, deben ser separados según su clase y no contener materiales o partículas extrañas.
Las fases son las siguientes:
- Limpieza.
- Clasificación.
- Trituración.
- Lavado.
- Obtención de granza.
Después ya disponemos del material para volver a ser utilizado según su uso.
El reciclaje químico
El plástico se degrada aumentando la temperatura hasta que queda convertido en moléculas simples para volver a utilizarlas como materia prima con la que fabrica envases sostenibles.
Este es el mejor proceso en el que se consigue la eliminación de tinta.
El reciclaje energético o valorización energética
En este caso, el producto reciclado no se utiliza para la fabricación de nuevos materiales plásticos al no considerarse reciclable, sino como combustible para generar energía. Esto se puede hacer por combustión, pirólisis o gasificación.
Se avanza en la dirección correcta
Por último, cabe dejar la puerta abierta a la esperanza, ya que la investigación avanza para lograr envases biodegradables cada vez más saludables para el planeta.
La investigación y la creación de nuevas técnicas de desarrollo de envases con plásticos reciclados no ha hecho más que empezar.
Confiemos en un futuro en el que las piñas no vengan en rodajas en una bandeja de plástico no reciclado.